Nunca imaginé que sería tan lento este proceso. Pero ha sido así, y bueno, he podido de alguna manera disfrutar cada situación. Estar lejos de mi país no ha sido fácil. Pero reconozco que me ha ayudado a bajar el nivel de ansiedad que tenía y poder mirar y considerar las cosas con más tranquilidad y desde otras perspectivas. No ha finalizado este camino que he decidido caminar, pero ya comencé a ver luz, y eso es algo maravilloso.
Mi visita a Venezuela fue una muestra de ello. Me sentí libre de ir, de ver a todos los que pude, de participar en una actividad importante de mi Iglesia, de compartir con mi gente. Eso fue muy bueno...
Gracias, Dios, por permitirme estar viviendo todo esto!!!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario